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ANTONIO MATEOS MARTÍN DE RODRIGO


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LA
PALABRA

“EXTREMADURA”
(Historia, crítica etimológica e historiográfica y restitución de su significado).


(refundación de la teoría de las “extremaduras”, inicialmente “zonas de pasto”, situadas en las primeras fronteras cristiano-musulmanas y, a partir de Nebrija, “invernaderos”, en base, además, a la triple división del territorio de los reinos cristianos que dedicaban los “extremos” de sus poblaciones al pasto de los ganados y que generalizaron la denominación al mejor y mayor grupo de zonas de pasto, las actuales Extremaduras hispano-portuguesas, situadas sobre los invernaderos musulmanes, objetivo estratégico de la Reconquista según los resultados del estado actual de la historiografía medieval).


MI TIEMPO YA TIENE SU PALABRA
El tiempo trae palabras en las manos,
deseo vertical, y trae respuestas
donde se van pudriendo los olvidos,
...
Hay que esperar que el tiempo
se deshaga en el barro y que madure
la simiente enterrada ( ... ).
Mena Cantero, Francisco.

Depósito Legal. BA-19-04.

miércoles, 23 de enero de 2008

LA PALABRA “EXTREMADURA” Y SUS PRECEDENTES SEGÚN MARTÍNEZ DÍEZ. CRÍTICAS DE PALACIOS MARTÍN.

Martínez Díez localizó por vez primera la palabra “extremadura” en un “diploma del 4 de junio de 1068” que “sitúa Frescinosa “in Extrematura” [1]. Al año siguiente en documento suscrito entre los reyes de Pamplona y de Zaragoza vuelve a encontrar la palabra “extremadura” : “ Et ut siant totas illorum extrematuras conseruatas et totas illorum terras custodiatas... ”[2] .

La palabra “extremadura”, como denominación de parte de la actual, aparece documentada, escribe Martínez Diez, por vez primera en 1167: “Y aquí nos surge en la documentación por primera vez el nombre de Extremadura aplicado a tierras leonesas; Fernando II, alejado ya del reino castellano, se dice reinar en octubre de 1167 en Legione, Extremadura, Gallecia et Asturiis al mismo tiempo que comes urgelensis dominans Extrematuram” [3].

La existencia de otra “extremadura”, la castellana, la deduce Martínez Diez de otro documento de Fernando II : “ ... una Extremadura que no era toda la Extremadura, y así se hacía constar en algunos diplomas cuando expresamente se decía : regnante rege Fernando in Legione et in Gallecia et in quadam parte Stremature, sin duda recordando la existencia de otra Extremadura, la castellana” [4].

La desaparición de esta denominación como título real, siempre según Martínez Diez, se realiza 63 años después, a partir de 1230, en el reinado de Fernando III el Santo que unificó ambos reinos: “La desaparición y olvido de la Extremadura leonesa será todavía más rápida, dado su menor arraigo e importancia que la castellana; desde 1230 Fernando III o sus sucesores ya nunca mencionarán entre los territorios sobre los que reinaban la Extremadura (leonesa) como lo habían hecho Fernando II y Alfonso IX, desapareciendo así para siempre entre las titulaciones reales ” [5].

Para Palacios Martín la desaparición de la fórmula “Rey de Extremadura”- de parte de la actual - durante el reinado de Fernando III carece de cualquier relieve “trágico”: “... la unión de León a Castilla, restó importancia a unidades menores que integraban aquella corona”[6]. Aún así no considera definitiva la desaparición de este nombre que será recuperado en los momentos precisos : “A partir de 1230 el nombre de Extremadura siguió empleándose en las demarcaciones del reino de León como antes, tanto al norte como al sur de la sierra” y añade: “ ... cuando en algún momento necesitaban dejar las cosas bien claras, reapareciese la denominación de Extremadura para estas tierras leonesas. Así cuando en 1258 prohiben a los nobles tomar conducho en todas las tierras del rey, especifican que tal precepto debe cumplirse “en Castiella nin Extremadura, nin Toledo con toda la Transierra nin en toda la Andaluzia, nin en el regno de León nin en la Extremadura nin en Asturias nin en Gallizia, en todo lo que es del Rey”[7] .
Pero si Martínez Diez “hace desaparecer” documentalmente la “extremadura” leonesa a mediados del siglo XIII, no da por desaparecida la “extremadura” castellana, administrativa y geográfica, hasta mediados del siglo XV: “...a lo largo del siglo XV, la Extremadura castellana como entidad administrativa, desaparece en el gobierno central castellano”[8], “...con la desaparición administrativa la Extremadura castellana va a extinguirse también como denominación geográfica en la conciencia y en el lenguaje de las gentes, y así apenas se encontrarán ya menciones de la misma en el siglo XV, y mucho menos en el XVI ” [9].

Basándose en la Crónica de Juan II Martínez Diez ve la creación de una nueva “extremadura” en el siglo XV:
A. “Ya este cambio de denominación era una realidad en el siglo XV según nos aparece en varios pasajes de la Crónica de Juan II; así el año 1429 cuando los infantes don Enrique y don Pedro en rebeldía contra el rey desde Trujillo hacían guerra y robaban toda la tierra de Extremadura es evidente que ya no se refiere ni a las Extremaduras históricas castellana o leonesa, sino a otra Extremadura toda la cual podía ser razziada desde Trujillo”[10].
B. “Lo mismo y más claramente si cabe se declara en otro pasaje de esa misma Crónica de Juan II referente al año 1440 en que Cáceres aparece ya integrado en la región llamada Extremadura: porque veía que si hiciese merced de Cáceres eran de gran cargo de su conciencia e sería causa de poner grande escándalo en Extremadura”[11].

Al respecto Palacios Martín le contradice : “Se ha dicho que ya en la Crónica de Juan II de Castilla aparece empleado el nombre de Extremadura en su sentido actual. Sin embargo en mi opinión tal equivalencia no se ve ahí muy clara. Más bien parece que esta fuente lo aplica a toda la zona situada al sur del Sistema Central. Basta citar aquel texto en el que, tras mencionar “los daños y los males que la gente del infante don Enrique hacía en toda la Extremadura ”,daños que por cierto habían empezado en Ocaña y seguido en Vélez y Segura, hasta llegar a Trujillo y su comarca, luego se dice que el rey “envió mandar a los mestres de Calatrava e Alcántara, porque estaban en aquella comarca, que le diesen cient hombres de armas ”. Calatrava era, pues, para este autor( Alvar García de Santa María) una parte de la Extremadura, lo que demuestra que aún no se había reducido su significado al territorio actual, sino que se aplicaba a todos el sur del Sistema Central hasta Andalucía, incluyendo también a Castilla”[12] .

Esta crítica le sirve a Palacios Martín para situar el nombre de “Extremadura”, aplicado a toda la actual “Extremadura”, unos años más tarde: “... a mi entender, el hecho, que algún autor sitúa en la primera mitad del siglo XV, no se da con claridad hasta finales de esa centuria ” [13].

N.B. Recomendamos la lectura detenida del texto en que Palacios Martín se basa para deducir que Calatrava estaba en Extremadura según García de Santa María...

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